La era digital en la que estamos inmersos obliga a la Oficina Europea de Patentes (EPO) a actualizar la normativa, por lo que la Regla 126(2) EPC, conocida como la «regla de los 10 días», dejará de tener efecto el 1 de noviembre de 2023. La EPO está preparando cambios legales para la transformación digital de su proceso de concesión de patentes y la abolición de la regla de los 10 días es parte de este proceso. Este cambio afectará a la mayoría de los plazos en los procedimientos ante la EPO.
La «regla de los 10 días» de la EPO se originó para tener en cuenta los retrasos en la recepción de documentos por correo postal. Es por este motivo que muchos plazos en la EPO se calculan en función de la fecha de entrega «supuestamente por correo postal» de las comunicaciones oficiales de la EPO. Sin embargo, se ha continuado aplicando incluso cuando la EPO se ha modernizado hacia la comunicación electrónica.
Esencialmente, esto significa que las disposiciones de la EPO sobre notificación se alinearán con el Tratado de Cooperación en materia de patentes (PCT), de modo que la fecha de una comunicación se considerará la fecha de notificación y será decisiva para determinar la expiración de un plazo aplicable.
En este contexto, el 1 de noviembre de 2023 entrarán en vigor nuevas reglas relativas a las notificaciones y al cálculo de los plazos – Reglas 126.2, 127.2 y 131.2 EPC – que sustituyen a la «regla de los 10 días”. En el nuevo reglamento, la EPO establece medidas para ampliar los plazos en los casos en los que se impugne la entrega de un documento y se pueda establecer que un documento fue entregado al destinatario más de siete días después de la fecha que lleva. En este caso, la EPO tendrá la carga de prueba para establecer cuándo se entregó el documento, a diferencia del PCT, que impone al solicitante la carga de la prueba de la recepción tardía.
Artículo de Sònia Girona.