La propiedad industrial, y en especial las patentes, otorga a sus titulares múltiples opciones estratégicas para asegurar su competitividad.
Entre el abanico de usos de la propiedad industrial destacan los Informes de Libertad para Operar (Freedom to Operate) que otorgan seguridad jurídica al cliente, previniendo la posible infracción de derechos de propiedad industrial de terceros y la disrupción que ésta podría causar en las actividades habituales de la empresa.
Así lo destacó el barómetro de propiedad industrial para Pimes de 2019, en el que las empresas encuestadas situaron la seguridad jurídica como motivo principal de sus registros, solo por detrás de la prevención de copias y por delante de otras razones como la mejora de la reputación e imagen, la posibilidad de conseguir financiación o la generación de ingresos por licencias.
Las empresas innovadoras pueden aprovechar el uso de las patentes y de la información disponible en las bases de datos para asegurar que ningún tercero les impida la prestación de sus servicios u ofrecimiento de sus productos en los mercados más importantes.