El 26 de abril se cumplen 20 años de la creación del “Día Mundial de la Propiedad Intelectual”, cuyo propósito es dar a conocer y sensibilizar al público sobre la función que desempeñan los derechos de la propiedad intelectual(PI) en la innovación y la creatividad. La campaña escogida para este 2020 pone el foco en la innovación para un futuro verde.
Como es costumbre, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) promueve la generación y difusión de multitud de actos e iniciativas de distinta índole entorno a la temática escogida para que interesados de todas partes del mundo puedan tomar parte. Entre estos actos, muchos de ellos de carácter presencial, podemos encontrar exposiciones, debates, talleres, premios, conferencias, seminarios, charlas y carreras solidarias.
Recientemente la OMPI anunció en su página web que “habida cuenta de la pandemia del coronavirus […], ha decidido no organizar eventos presenciales, y alienta a la comunidad del Día Mundial de la PI a trasladar las celebraciones a canales virtuales”.
Hoy en día vivimos en una sociedad hiperconectada, lo que nos permite seguir y participar en los diversos eventos sin necesidad de hacerlo presencialmente, o incluso visionarlos en diferido. Por ello, en Ponti creemos que la difusión y participación en esta campaña podrá igualar o incluso superar la de pasadas ediciones. Como no podría ser de otra manera, queremos sumarnos a la celebración de esta campaña virtual y animamos a todos los particulares y organizaciones interesadas en los derechos de la PI a seguir, difundir y tomar parte en alguna actividad, por ejemplo, a través de las redes sociales utilizando la etiqueta #WorldIPDay.
Por lo que respecta a la temática elegida este año, guarda un vínculo con el contexto actual que estamos viviendo: la crisis de la Covid-19. Esta pandemia ha propiciado grandes cambios en nuestro día a día y ha puesto de relieve la frase del conocido naturalista David Attenborough, que dice: “como especie somos expertos en resolver problemas”. Incluso podemos hacer extensiva tal afirmación a retos de extrema complejidad y de escala mundial, como está siendo la coyuntura derivada del coronavirus.
Es innegable que otro de los grandes desafíos globales que deberá seguir abordando la humanidad es hacer frente al cambio climático y llevar a nuestro planeta hacia un futuro sostenible. Para ello, será absolutamente prioritario poner todos nuestros esfuerzos colectivos en innovar y generar soluciones tecnológicas verdes.
El concepto de “Tecnologías Verdes” engloba a innovaciones referentes a ámbitos muy diversos, tales como el de la energía, industria, transporte y agricultura. Una de las subcategorías que forman parte de las denominadas “Tecnologías Verdes” son las innovaciones adaptativas y mitigadoras del cambio climático. En este sentido existen infinidad de patentes encaminadas hacia un futuro con bajas emisiones de carbono como, por ejemplo, las que hacen referencia al coche eléctrico o a las energías renovables.
Además de las invenciones que se refieren particularmente a “Tecnologías Verdes”, se está viendo que los solicitantes de nuevas patentes o modelos de utilidad de otros campos de la técnica, no relacionados directamente con éstas, incorporan características o ventajas adicionales para que un producto, dispositivo o procedimiento sea más ecológico y respetuoso con el medio ambiente.
El apoyo a la tecnología, la innovación y los derechos de la PI, así como la promoción de políticas medioambientales para asegurar las inversiones en el desarrollo de tecnologías verdes son piezas clave para frenar el cambio climático. Por este motivo, es imprescindible que los sistemas nacionales de innovación sean robustos y eficaces para poder proteger adecuadamente a las tecnologías, los productos y los servicios relacionados con la ecología y la sostenibilidad del planeta.
Las invenciones referidas a aspectos medioambientales están mayormente concentradas en países desarrollados, tales como Estados Unidos, Alemania, Japón o Corea. En los últimos años, China ha estado dedicando numerosos esfuerzos en este campo y se está consolidando, también, como una de las mayores potencias innovadoras verdes.
Otro aspecto que se deberá discutir es la conveniencia de crear un banco europeo o mundial de patentes abiertas para coordinar esfuerzos en I+D frente a la crisis climática. Haciendo un paralelismo con la crisis sanitaria actual, España ha solicitado recientemente consensuar una política comunitaria de I+D+I para paliar la actual pandemia.
Las acciones que se articulen a nivel regional y global para hacer frente a la crisis de la Covid-19 sentarán, de algún modo, un precedente para la gestión de futuros retos mundiales, como el climático. En cualquier caso, se vislumbra la necesidad de impulsar más políticas medioambientales en apoyo a las tecnologías verdes, así como orquestar un esfuerzo innovador conjunto por parte de las empresas y demás actores implicados en aras de alcanzar un futuro verde.
Artículo de Diana Marine.