El pasado 14 de mayo de 2019, el Tribunal General de la Unión Europea confirmó la resolución inicial de la Oficina Europea de la Propiedad Intelectual (EUIPO) que anuló, por tratarse de una solicitud efectuada de mala fe, la marca de la Unión Europea “NEYMAR” solicitada por un particular para distinguir prendas de vestir, calzado y artículos de sombrerería.
El inicio de este caso tuvo lugar en diciembre de 2012, cuando el Sr. Carlos Moreira, procedió a la solicitud de la marca indicada, la cual fue inicialmente registrada por la EUIPO en abril de 2013.
Posteriormente, en febrero de 2016, el Sr. Da Silva Santos Júnior “Neymar”, instó ante la propia EUIPO la nulidad de la marca, nulidad que fue estimada por dicha Oficina.
Esta resolución de nulidad fue recurrida por el Sr. Moreira ante el Tribunal General de la Unión Europea, que ha confirmado la nulidad de la misma, si bien esta decisión todavía es susceptible de ser recurrida.
El Tribunal confirma que, en el momento de la solicitud, el Sr. Moreira actuó de mala fe, al considerar que, a partir de la documentación aportada al procedimiento, se demuestra que el Sr. Da Silva Santos Júnior “Neymar” ya era conocido en Europa, en particular en Francia, en España y en el Reino Unido, a partir de los resultados obtenidos con la selección brasileña de futbol.
El Tribunal también ha tenido en cuenta el hecho de que el Sr. Moreira solicitó, simultáneamente a la marca NEYMAR, la marca “IKER CASILLAS”, lo cual demuestra, que el conocimiento previo del solicitante sobre el mundo del futbol no era limitado y que no es concebible que el Sr. Moreira, cuando solicitó la marca “NEYMAR” no tuviese conocimiento de la existencia del futbolista con el mismo nombre y que solicitase la marca únicamente por su fonética, como alegó en defensa del registro a su favor.
El Tribunal General ha señalado igualmente que el Sr. Moreira no ha presentado ningún argumento convincente para rebatir la afirmación de la EUIPO de que con la solicitud de la marca NEYMAR lo único que se pretendía es explotar de forma parasitaria el renombre del futbolista.
Artículo de Teresa González.